Alvar Aalto no solo fue el arquitecto finlandés más importante del siglo XX, sino también un maestro del diseño de objetos y mobiliario. Su silla "Paimio" -diseñada con elementos de madera laminada curvada- junto con el jarrón "Savoy", se han convertido en los paradigmas del diseño orgánico. Tanto las obras como las piezas de mobiliario y los objetos de Aalto sintetizan la experiencia de diseño vinculada con los nuevos procesos industriales y las tradiciones locales. Esto lo ha llevado a ser reconocido como uno de los grandes maestros de la arquitectura moderna y del diseño escandinavo, dueño de un estilo único, inspirado en el hombre y en la naturaleza.

Alvar Aalto nació en Kuortane, Finlandia, el 3 de febrero de 1898. Su padre, Johan Henrik Aalto, realizaba proyectos medioambientales y lo puso tempranamente en contacto con la naturaleza.

Cursó el bachillerato en Jyväskylä y la carrera de arquitectura en lo que hoy es la Universidad Politécnica de Helsinki, institución donde se practicaba el Nacionalismo Romántico, movimiento artístico que buscaba exaltar las raíces históricas y la identidad de Finlandia.
En 1923 abrió su propio estudio de arquitectura en Jyväskylä y poco tiempo después contrajo matrimonio con Aino Marsio, también arquitecta y colaboradora en varios de sus proyectos. Juntos viajaron por Europa Central e Italia y participaron del pensamiento de varias vanguardias -especialmente de la Bauhaus-, estableciendo fructíferos contactos con artistas y críticos destacados de la época.

En 1928 Alvar Aalto se convirtió en miembro del "Congrès International d'Architecture Moderne" (CIAM), una serie de conferencias de arquitectura convocadas entre 1928 y 1959, que proporcionaron una gran fuente de inspiración temática relacionada con el urbanismo y la arquitectura como espacio vital. Le Corbusier fue su principal impulsor. Aalto también colaboró durante este período con Erik Bryggman, quien lo instó a adoptar una modernidad más pura y funcionalista, enfrentándolo al clasicismo nórdico de sus primeras obras.

Dos de los edificios más importantes de esta época son la biblioteca municipal de Viipuri (1927-1935) y el sanatorio de tuberculosis en Paimio (1928-1933), donde también diseñó todo el interior y el mobiliario junto con su esposa Aino.

Desde 1925, Aalto estaba experimentando con el uso de los tableros de madera laminada curvada para la construcción de muebles. Hacia 1929 trabajó en estos ensayos en colaboración con Otto Korhonen, director técnico de una fábrica de muebles cerca de Turku. De manera que, cuando encara el equipamiento para el hospital de Paimio, el diseño de sus sillas aparece como el resultado natural de sus investigaciones previas.

Concebida para las zonas de estar del sanatorio, el diseño de la silla “Paimio” responde a la búsqueda de la forma óptima para facilitar la respiración. La sinuosa lámina de abedul que forma el asiento y el respaldo guarda una estrecha relación con las tradiciones nórdicas de artesanía en madera y parece una referencia formal al paisaje finlandés.

El resultado es una silla constituida por dos aros cerrados de madera laminada que forman su armazón, y una lámina de madera curvada de abedul que resuelve al mismo tiempo el asiento y el respaldo. Sus formas curvas le otorgan un valor casi escultórico que, unido al innovador uso de los materiales, ha hecho de ella un hito en el diseño de mobiliario.

Pero la trascendencia de esta pieza radica, además, en la categórica influencia que tuvo en diseñadores posteriores. Las sillas de los Eames, las de Eero Saarinen, los ensayos con madera curvada de Arne Jacobsen, habrían sido difíciles de imaginar sin la referencia de la silla “Paimio”.

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